Trump acusa a migrantes de comer mascotas en EE.UU., mientras Kamala Harris responde con contundencia en el segundo debate presidencial.
Durante el segundo debate presidencial, Donald Trump generó controversia al afirmar que en Springfield, Ohio, migrantes indocumentados estaban comiéndose las mascotas de los residentes. La moderadora de ABC News, David Muir, rápidamente desmintió la declaración, señalando que no había evidencia de tales hechos. Sin embargo, Trump insistió en sus afirmaciones, utilizando el tema de la inmigración para criticar a la administración de Joe Biden y a Kamala Harris por "permitir" la entrada masiva de migrantes al país, lo que, según él, pone en riesgo la seguridad nacional y podría llevar a una tercera guerra mundial.
Kamala Harris respondió a las acusaciones con una mezcla de ironía y firmeza, ridiculizando las declaraciones de Trump y destacando su propio trabajo para reforzar la seguridad en la frontera. Acusó a Trump de haber bloqueado leyes que habrían permitido una mayor presencia de agentes fronterizos y afirmó que, en lugar de buscar soluciones reales, el expresidente prefería explotar los problemas migratorios con fines políticos. Harris subrayó que cuenta con el apoyo de más de 200 republicanos, quienes, según ella, se han alejado de Trump debido a su "retórica extrema".
El debate puso en evidencia las diferencias entre ambos candidatos en cuanto a su enfoque sobre la inmigración. Mientras Trump apelaba a su base electoral con una narrativa de caos y descontrol, Harris se presentó como una líder que busca soluciones pragmáticas a problemas complejos. Ambos dejaron claro que el tema migratorio seguirá siendo un punto central en la contienda electoral de noviembre.
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Edición La Voz Aggieland
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