Estas “palabras que nunca deben decir” pueden causar daño si los médicos las dicen a los pacientes y a las familias que enfrentan una enfermedad grave.
Por Lesley Henton, Texas A&M University Division of Marketing and Communications
Para los pacientes gravemente enfermos y sus familias, el proceso de recibir malas noticias o hablar sobre limitaciones en el tratamiento es emocionalmente desgarrador. Frases como "no hay nada más que podamos hacer" o "no va a mejorar" pueden causar angustia y miedo, debilitando la confianza en las decisiones compartidas con los médicos. Investigadores de la Universidad Texas A&M y del sistema de salud Henry Ford advierten sobre el uso de estas "palabras prohibidas" en la comunicación médica. Sugieren que los profesionales de la salud deben aprender a identificar y evitar este tipo de expresiones y, en su lugar, optar por un lenguaje que invite a la conversación y demuestre compasión.
En un reciente estudio publicado en Mayo Clinic Proceedings, el profesor Dr. Leonard Berry de Texas A&M y sus colegas proponen que los médicos utilicen frases alternativas para comunicar empatía y mantener un entorno de seguridad psicológica. Por ejemplo, en lugar de decir "no va a mejorar," los doctores podrían expresar preocupación diciendo "me preocupa que no mejore." Así, se fomenta la participación del paciente en el proceso y se evita una visión cerrada que puede llevar a la desesperanza. Los autores destacan que la formación en comunicación compasiva es clave en la práctica médica y abogan por su inclusión en la educación y mentoría de los futuros profesionales de la salud.
Información y detalles en: https://today.tamu.edu/2024/11/04/do-no-harm-researchers-help-doctors-identify-words-they-should-never-say-to-patients/
Edición La Voz Aggieland
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